Monday, September 13, 2010

No dejes que te eliga

¿Qué es lo primero que se debe hacer para bajar de un árbol?

Un día te vas despertar con 93 años encima (hay que ser positivos), con arrugas, pelo en la nariz (si eres hombre), nalgas flácidas, quizás sordos o con una enfermera bonachona que te cuida, quizás con inesperada e improvisada pasión por las plantas y las misas, el alzheimer de visita, tal vez tres nietos rubiecitos y malcriados, algunos con pensiones de lujo, otros con un órgano fallado. Con vida aún -sabiéndote viejo y destartalado; pero por favor prométeme, prometeme que no te vas a despertar sobre un árbol al que no deseaste subir, por que : “Lo primero que se necesita para bajar de un árbol es haber subido a él”

Quizás me escribo este articulo a mi misma sin si quiera saberlo, sin saber del miedo al olvido. El miedo del miedo, que no es el mismo del primer beso, o del examen final, es más sutil, esta ahí pero no lo ves (¡como no nos dieron ojos para ver hacia adentro¡),  un miedito chiquito y rosado, que te recuerdan lo que no estas logrando, un miedo que te invita a quedarte sentado en la rama más cómoda de ese árbol al que te subiste.

Y Confucio (realmente creo que no fue de a puro chispazo que le tocara tamaño apellido, habiendo tantos Juárez y López) dijo, así como quien da un silbido al viendo, mira que fácil lo dijo, creo que sin ser muy conciente pero dijo: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

Que lindo, cierto e inspirador… PERO (en psicología dicen que estas 4 letras ordenas tal cual las puse niegan todo lo anterior a ellas), repito PERO -a veces- el trabajo te elige a ti y no al revez(sobretodo en Perú).

Y me doy cuenta de pronto que desde que me contrataron he ido acabándome el agua del vasito -léase mis esperanzas y ganas de comerme al mundo- que comenzó bien lleno y ahora veo medio vacío (bien decían que el pesimista es un optimista con experiencia).

Renuncie.

Voy en busca de otro árbol, quizás un Pino para poder cantar esos villancicos que tanto me gusta cantar cuando no es diciembre.

7 comments:

Anonymous said...

La Resaca de los Sesentas y Setentas dijo con una mueca sádica:

¡Jajajajajajaja!!!! ¡¿pues qué se creyó?! ¡¿"terminé la universidad, cumpliré mis sueños, conquistaré el mundo y de paso cambiaré la historia"?!

¡Jajajajajajajajaja!!!!!

¡BASURA!!

Estamos en una sociedad de competitividad bestial, así que sus seniles y navideñosas divagaciones arborícolas déjelas a un ladito nomás y póngase a trabajar, a trabajar y a trabajar más, que para eso nació. A usted no le debemos nada, por el contrario, usted nos debe todo y reclamaremos su tiempo y hasta su vida de ser preciso. Por cierto, vaya buscando el método anticonceptivo más idóneo para usted pues los desposorios que lleve a cabo serán únicamente con sus carnívoras ocupaciones profesionales. Los hijos serían un abominable lastre causantes de más ansiedad y desde luego, seleccione a algún mozo de convicciones similares para pasar el rato en los ínfimos instantes en que se le ocurra "tener tiempo para mí misma" (¡vaya frase de mierda!).

Y ya sabe: si reclama, será sospechosa de militar en Patria Roja. Si afirma no pertenecer a este grupúsculo, puede que sea una vil burguesa ultraderechista o tal vez una progre caviar.

A laborar, que ya tuvo suficiente recreo.

Anonymous said...

El Hermanito de René Guénon dijo:

La ausencia de un genuino sistema de castas es el responsable de todo este descalabro ya no solo laboral, sinó también espiritual. Las leyes naturales, intermediarias de los preceptos divinos, estipulan que un ser humano ha de ocuparse de las faenas que su propia personalidad y capacidad le señalarán merced a una educación abocada a la preparación y/o refinamiento de sus aptitudes. Es la deleznable democracia y sus mecanismos plutócratas quienes menguan las potencialidades de nuestra especie mediante masificadores sistemas de producción destinados a la despersonalización más abyecta, como si el trabajo y la vida privada fueran variables irreconciliables, y peor aún, delegando funciones sin una discriminación idónea: así, no es raro ver en estos días a un individuo impresentable ocupando un cargo político y a un hombre lúcido, competente y cabal, luchando por subsistir con el magro salario que recibe en una faena agobiante.

Las tareas domésticas han sido también minimizadas, como si las mismas fueran simple refugio de mediocres e ignorantes. Es el descuido del varón y su gradual decadencia lo que contribuyó al mancillaje del género femenino. Las mujeres, en aras de una emancipación engañosa, omiten conciente e inconcientemente sus roles de madres, de esposas, sembrando así las semillas de un futuro incierto para sus hijos, o también, rechazando sus funciones biológicas innatas, condenando a la especie humana a un acelerado final.

La solución está en el mismo río de la historia. Deteniendo su cauce impediríamos el próximo Renacimiento. Toda esta corrupción destinada está a sucumbir pues lo que está cimentado en la mentira es incapaz de perdurar. Allah y la naturaleza así lo han establecido.

¿Cuando pasará?

Vanidosos e impacientes occidentales. Recuerden a su aeda Hesíodo: "El latido de un titán equivale a siete generaciones humanas..."

Anonymous said...

El Amante de Rita (pero usted puede llamarme simplemente Joderman, Amo y Señor de la Insoportabilidad o si gusta, Doctor Esquizofrenstein) dijo:

Por los folículos pilosos púbicos de Rachel Hurd Wood, al término de la lectura de vuestra actualización recordé aquella reflexión que Peter David colocó en boca de uno de los personajes del comic Las Crónicas de Atlantis: "Pues así es la juventud, cuando uno más la está disfrutando las mandíbulas de la madurez atacan, engullen su áurea inocencia; la mastican un instante...y escupen al adulto..." XDDDDD.

Los tiempos tan bravos para nuestra generación (¡culpemos a los revoltosos de los 60s y 70s del siglo pasau, supuestos renovadores de la humanidá que terminaron sumergiéndola en el estado cadavérico que hoy se encuentra!!, XDDDDDD), los tiempos tan bravos, decía, lo cual suele suscitar decisiones insospechadas décadas atrás; yo, por ejemplo, temo tener hijos y no por que rechaze el matrimonio y la natalidad, sinó por que el sistema en el cual me encuentro inmerso me empuja _ u obliga _ violentamente a descuidar otras labores que no sean mis proyectos y carrera. Y francamente, no deseo ser un padre a tiempo parcial (lo cual, hoy por hoy, ya es mucho, XDDD, sin mencionar que no pocas veces me aterra el mundo _ este mundo _ en que un hipotético hijo mío llegaría).

Anonymous said...

El Amante de Rita (pero usted puede llamarme simplemente Joderman, Amo y Señor de la Insoportabilidad o si gusta, Doctor Esquizofrenstein) siguió diciendo:

Ahora, sobre el trabajo; mierdiciones carajoderientas, lo justo y natural sería trabajar para vivir y no vivir para trabajar, y con un salario digno, ya sea uno un viril obrero o un sencillo oficinista egresado de alguna universidad. ¿Se podrá lograr aún esto _ y otras tantas cosas más _, lo cual antaño era tan común como caminar por las calles en la madrugada sin miedo a ser asaltado y asesinado?

Estoy seguro que sep. Sucede simplemente que no concibo esa restauración mediante los cauces "normales" de este siglo...

Suerte con la búsqueda de ese pino. Están en el segundo lugar de mis preferencias arbóreas, detrás de los baobabs descritos por ese aviador francés. Cuando instale su feudo ahí, pase la voz, que en mi curriculum también hay una mención especial como decorador de estancias aéreas (los árboles no son exactamente lugares celestes...pero por ahí están). Lo decoraría según sus gustos, of course. Y cobro de manera muy módica: un buen puñado de villancicos, numás (espero sean realmente notables).

Anonymous said...

Jajaj no sabes como me he reido con tus comentes :) me alegraron la mañana

Anonymous said...

Pregunta: Qué pasa si quieres subir al árbol, pero el político dueño del árbol no te deja subir porque no eres de su bancada? O es que entendí mal el mensaje (cada quien interpreta según sus experiencias personales, por enésima vez: la objetividad no existe).
Los que quieren trabajar no lo hacen, los que trabajan quieren descansar, pero existe un reducido grupo de personas (que tengo el agrado de conocer) cuya vida fácil y simple no desea nada más que seguir siendo así...aquellas que no se esforzaron por tener la carrera o ambiciones laborales o económicas, que consiguieron un buen hombre o mujer, extranjero o nacional y ahora viven en playas de ensueño masticando otro idioma u olvidando el propio (mi hipercrítico análisis califica fácilmente de "calabazas" a muchas. A que ustedes conocen a algunas? Sí? No? Por qué existen? o Por qué existimos nosotr@s? Es cierto que el deseo lleva a la infelicidad? y finalmente, Por qué hizo Maslow esa estúpida pirámide?? Le regalo un chicle a quien me responda...
Tengo muchas células listas para trabajar y si sigo así se atrofiarán y quedarán en el recuerdo como "bonitos lugares y bonito cv"
Viva el Perú mier....!

Anonymous said...

Con esperanza de ganarme el chicle (grosso de preferencia para hacer esos globos enormes donde cabemos todos) intentaré dar una repuesta:
Se podría argumentar como un karma negativo (a veces nos viene de mentir mucho y comer atún de lata) arrastrado de vidas pasadas, pero esta respuesta quizás te de cólera y con el hígado revuelto te comas mi chicle, segundo intento:
Propongo hablar de la desigualdad de oportunidades en Perú, del cinismo en el que vivimos y la pereza que tenemos todos para luchar por el orden… la tuya –quizás, no lo sé- para quejarte y hacer una cartelada frente al dueño del árbol… sí, es probable que no cambie mucho y es que …no vamos a poder cambiar el mundo, pero sé que –muy de a poquitos- podemos ir cambiando las tuercas de este oxidado sistema y subiendo así (de preferencia arrastrando a otros) a la pirámide de Abraham.
Como dice ese poema: “No ignores la tristeza, te ayuda a detenerte temporalmente, a alejarte de lo mundano, te deja en la puerta de un nuevo comienzo”.

Y, me gané el chicle?