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No me gusta cuando llueve ralo, y parece que el cielo se nos cohíbe.
Aferrandose a la efímera dignidad de lo ajeno,
A la injusta permanecía del recuerdo.


En silencio corrupto,
las nubes
se vuelven testaferras de esta húmeda tierra,
Chorreando escasas gotas,
blasfemias veleidosas.


Tal vez soy una pelirroja canosa de otro tiempo
Que anda buscando otra macula
en esta lúgubre necrópolis.


A veces las formas no son lo que simulan,
Indeliberadamente,
abrigo que se ahorcan los hábitos.


Archiven las defensas del dañar,
Intentare comprar una sonrisa de jueves por la tarde
y ver lo mismo que tu, viendo algo distinto